Existen determinados indicativos que muestran el momento oportuno para acudir a un neurocirujano. Así, el dolor en la parte craneal, el cuello y la espalda pueden representar la presencia de una enfermedad neurológica, siendo necesario obtener un diagnóstico por el médico especialista para su recuperación.
Igualmente, hay que prestar atención a nuestro cuerpo si comenzamos a sentir debilidad en brazos o piernas, ya que es uno de los síntomas comunes de ciertas patologías como podría ser la ciática. También es posible sentir calambres en la parte posterior de la cadera hasta la rodilla.
La existencia de adormecimiento continuo en ciertas partes del cuerpo puede relacionarse con una afección que daña a algunos nervios, perdiendo así sensibilidad. Por otro lado, si en algún momento sufrimos un accidente o un golpe en la cabeza, el cuello o la espalda, es imprescindible visitar a nuestro neurocirujano para realizar una exploración y conocer los efectos de tales impactos.