El perfil lipídico es uno de los exámenes de laboratorio más solicitados, ya que permite conocer los niveles de lípidos en la sangre y, a través de estos resultados, determinar el riesgo cardiovascular.

Las alteraciones de los niveles de colesterol, por lo general, no presentan síntomas, por lo que resulta fundamental la realización de este examen. Un nivel elevado de colesterol aumenta los riesgos de desarrollar aterosclerosis, causa de muchas enfermedades cardiovasculares.

Parámetros que mide el perfil lipídico

Colesterol total: suma del contenido de colesterol en la sangre.

HDL (colesterol bueno): lipoproteínas que mantienen las arterias permeables.

LDL y  VLDL (colesteroles malos): lipoproteínas que en altos niveles se pueden depositar en las arterias y así reducir el flujo sanguíneo.

Apolipoproteína B: es el constituyente proteico de las lipoproteínas LDL y VLDL o colesteroles malos).

¿Por qué hacer el examen?

Para prevenir y/o diagnosticar el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular; para el seguimiento del tratamiento de las concentraciones inadecuadas de lípidos.

¿Cuándo hacer el examen?

Cribado: cuando no existen factores de riesgo: al menos una vez entre los 9 y 11 años de edad, otra entre los 17 y 21 años y posteriormente cada 4-6 años.

Seguimiento: en intervalos regulares cuando existen factores de riesgo, cuando hay antecedentes de resultados alterados o si el paciente está en tratamiento.

¿Qué muestra se requiere?

La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa del brazo. En ocasiones, se puede utilizar una muestra de sangre obtenida por punción en el dedo (sangre capilar). Las muestras de sangre capilar se suelen utilizar para los analizadores portátiles, como por ejemplo, durante una campaña de concienciación.

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Generalmente es necesario estar en ayunas unas 9-12 horas antes de la obtención de la muestra y solamente se puede beber agua.

En algunos casos puede realizarse la determinación sin estar el paciente en ayunas.

Es importante seguir las instrucciones proporcionadas con la petición analítica, informando si está en ayunas o no en el momento de la extracción de sangre. En los niños y jóvenes mantenemos la misma indicacion de ayunas, en caso de que no debe notificar al laboratorista.

¿Qué es lo que se analiza?

Los lípidos son un conjunto de grasas y de sustancias relacionadas que representan constituyentes importantes de las células y aseguran una fuente de energía. El perfil lipídico mide la concentración de algunas de estas sustancias en la sangre.

Los dos lípidos principales del organismo, el colesterol y los triglicéridos, son transportados por la sangre mediante unas partículas conocidas como lipoproteínas. Cada tipo de lipoproteína está constituida por una combinación de proteína, colesterol, triglicéridos y fosfolípidos.

Las partículas que se evalúan en un perfil lipídico se clasifican en lipoproteínas de alta densidad (HDL), lipoproteínas de baja densidad (LDL) y lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL).

Un perfil lipídico suele incluir

Colesterol totalmide el colesterol presente en todas las partículas lipídicas.

Colesterol HDL (C-HDL): mide el colesterol transportado por las partículas HDL; a menudo conocido como «colesterol bueno», ya que las HDL transportan el exceso de colesterol hacia el hígado para que se elimine.

Colesterol LDL (C-LDL): mide o calcula el colesterol transportado por las partículas LDL. También se le conoce como «colesterol malo» porque hace que el exceso de colesterol se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos, contribuyendo a la aterosclerosis.

Normalmente, la cantidad de C-LDL se calcula a partir del colesterol total, del C-HDL y de los triglicéridos.

Triglicéridos: mide la cantidad total de triglicéridos en todas las partículas lipoproteícas. La mayor parte se encuentra en las partículas VLDL

Además, en el perfil lipídico puede incluirse información adicional, obtenida a partir de los resultados de las pruebas comentadas anteriormente:

Colesterol VLDL (C-VLDL): calculado dividiendo los triglicéridos entre 5, asumiendo que la composición de las partículas VLDL es normal.

Colesterol no-HDL: calculado restando al colesterol total el colesterol HDL.

Cociente colesterol/C-HDL: calcula la relación entre colesterol total y C-HDL.

En ocasiones se emplea un perfil lipídico ampliado, en el que se incluye el recuento o la concentración de las partículas de las lipoproteínas LDL (LDL-P), en lugar de medir el colesterol transportado por ellas. Se cree que esta determinación aporta información más ajustada en ciertos individuos para valorar el riesgo cardiovascular.

Para tener un buen estado de salud es muy importante que los niveles de estos lípidos se mantengan dentro de unos límites determinados.

A pesar de que el organismo puede producir el colesterol que necesita para asegurar su funcionamiento, parte del colesterol proviene de la dieta.

Si se comen grandes cantidades de alimentos ricos en colesterol, en grasas saturadas y en grasas trans insaturadas (grasas trans), o si se tiene una predisposición genética, las concentraciones de colesterol en sangre pueden aumentar de manera importante.

El colesterol sobrante puede depositarse en forma de placas en las paredes de los vasos sanguíneos. Estas placas pueden estrechar e incluso bloquear la luz de los vasos sanguíneos, además de producir un endurecimiento de las arterias (aterosclerosis) y un aumento del riesgo de varias patologías como la enfermedad cardíaca o el accidente cerebrovascular.

Las concentraciones elevadas de triglicéridos en sangre también se asocian a tener un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, aunque la razón aún no se conoce con seguridad.

¿Cuándo se solicita?

En los adultos sin otros factores de riesgo conocidos de enfermedad cardíaca, se recomienda el estudio cada 4-6 años.

Si existen otros factores de riesgo o se tienen antecedentes de tener un colesterol elevado, se recomienda la realización del perfil lipídico completo con mayor  frecuencia.

Algunos factores de riesgo, además de un colesterol LDL elevado, son:

  • Tabaquismo.
  • Sobrepeso u obesidad.
  • Dieta inadecuada.
  • Sedentarismo (no se realiza suficiente ejercicio).
  • Edad (hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55).
  • Hipertensión (presión sanguínea de 140/90 o superior), o recibir tratamiento farmacológico para mantener la presión sanguínea en niveles normales.
  • Historia familiar de enfermedad cardíaca a edades tempranas (enfermedad cardíaca en un familiar de primer grado, en un varón menor de 55 años o en una mujer menor de 65 años).
  • Antecedentes de enfermedad cardíaca o infarto agudo de miocardio.
  • Diabetes mellitus o prediabetes.

Los niños, adolescentes y adultos jóvenes (entre 2 y 24 años) sin factores de riesgo se deben realizar un perfil lipídico al menos una vez entre los 9 y 11 años de edad, y otra entre los 17 y 21 años.

Los niños, adolescentes y adultos jóvenes con factores de riesgo de enfermedad cardíaca deben realizarse el perfil lipídico con mayor frecuencia y de forma más precoz.

Algunos factores de riesgo son parecidos a los de los adultos e incluyen una historia familiar de enfermedad cardíaca o la presencia de diabetes, hipertensión arterial o sobrepeso. A los niños que tienen un riesgo elevado se les debería solicitar el perfil lipídico entre los 2 y los 8 años de edad. No se recomienda este tipo de pruebas en los niños menores de 2 años.

¿Qué significa el resultado en niños, adolescentes y adultos jóvenes?

En el caso de que existan factores de riesgo para desarrollar una enfermedad cardíaca, se recomienda realizar el cribado mediante un perfil lipídico completo en ayunas. En los niños se recomienda mantener este ayuno, al menos que sean casos extremos (y deben notificarse al laboratorista). En el caso de que se realice la prueba sin estar en ayunas, se calcula el colesterol no-HDL a partir de los resultados de colesterol total y colesterol HDL.