En Clínica Nace cada control pediátrico incluye un examen físico completo. En este examen, el médico verifica el crecimiento y desarrollo del bebé o del niño con el fin de encontrar o prevenir enfermedades.

El control periódico del niño es fundamental para el crecimiento y desarrollo  de su salud, al igual que para detectar patologías y el seguimiento de las enfermedades crónicas.

Es muy importante que la detección de alguna desviación de la normalidad en esos aspectos se haga en forma temprana, para mejorar el pronóstico del niño, y poder aprovechar el potencial que es mayor cuanto menor edad tenga el paciente, y menos evolucionada esté la enfermedad.

¿Por qué acudir a estos controles médicos?

Durante la niñez ocurren muchos cambios físicos y mentales. El cerebro, por ejemplo, crece con mucha rapidez y logra a los 2 años el 90% del peso que tendrá en la adultez. Esto se acompaña de la adquisición de habilidades motoras, de lenguaje y sociales.

Mediante los controles del niño sano, el personal de salud puede evaluar si el crecimiento y desarrollo del niño es normal. O, por el contrario, si existe algún problema y cómo solucionarlo.

¿Cuántos son los controles?

Los niños deben ser evaluados de forma rutinaria para corroborar su estado de salud. Las citas médicas de control de niño sano varían según la edad y el desarrollo del pequeño.

  • Recién nacido: 1 control.
  • Primer año de vida: 5 controles (2, 4, 6, 9 y 12 meses).
  • Segundo año: 3 controles.
  • De 2 a 4 años: 2 controles por año.
  • De los 5 a los 10 años: 1 control anual

¿Cuáles son los beneficios del control del niño sano?

Se deben realizar incluso si el niño (a) está sano (a), ya que lo que se busca es prevenir y detectar alteraciones, factores de riesgo; así como conversar sobre pautas de nutrición, crianza, cuidados y seguridad.

También se realiza un seguimiento del crecimiento y desarrollo, logros y progresos en el aprendizaje; se responde inquietudes y se revisa el esquema de vacunación y asesoría en lactancia materna.

Recuerda: no debemos esperar a que el niño esté enfermo para llevarlo al pediatra. Las visitas periódicas ayudan a llevar un estilo de vida saludable desde la infancia.